Esta entrada de nuestro blog es una transcripción de la predicación del día 28 de julio de 2024. El servicio completo lo puedes visualizar en este enlace. Dios te bendiga.
Un Día para Celebrar en la Casa de Dios
Le invito a que salude a quien tenga a su lado. Les damos la bienvenida a la casa de Dios en este día bonito, caluroso y soleado. Nos da mucho gusto verles, y estamos profundamente agradecidos con Dios esta mañana porque nos da vida y salud. También, agradecemos a Dios por permitirnos clausurar la escuela bíblica de verano ayer, un evento hermoso que marcó una semana de mucho trabajo para todos los maestros. Agradecemos a los padres que se comprometieron a traer a sus hijos, y vimos muchas personas nuevas que no son parte de nuestra iglesia pero que trajeron a sus hijos para sembrarles el evangelio. Oramos para que esa semilla dé fruto en sus vidas.
Continuando con la Serie: Dios de Milagros
Hoy continuamos con la serie que iniciamos el domingo pasado, llamada Dios de Milagros. Hemos estado poniendo nuestras peticiones y necesidades en las manos de Dios, recibiendo muchos mensajes de peticiones específicas que ustedes le están haciendo al Señor. Estamos orando por ellas, pero también dijimos que esta serie es importante porque no solo traemos nuestras peticiones delante de Dios, sino también nuestros corazones, pidiéndole que el Señor nos haga pasar por un proceso. Buscamos su bendición, pero también ponemos nuestro corazón en sus manos para que Él obre en nosotros.
La Palabra de Dios: Nada es Imposible para Dios
Leamos juntos Jeremías 32:27 en la Nueva Versión Internacional:
«Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?»
El capítulo número 2 de nuestra serie lleva por nombre ¿Hay algo imposible para Dios? ¿Quién cree que hay algo imposible para Dios, hermanos? Nada hay imposible para el Señor.
Oramos y le decimos: Padre, gracias Señor porque nos permites estar en tu casa. Vamos a recibir tu palabra y te pedimos, Señor, que sea un alimento para nuestra vida, que infunda fe, que infunda esperanza, que tu Espíritu Santo hable a nuestro corazón, que nos enseñe, que nos confronte, que nos redargulla, que nos levante, Señor, que nos anime. En el nombre de Jesús te lo pedimos, amén.
El Poder Sobrenatural de Dios
A lo largo de toda la Escritura Bíblica, vemos el poder de Dios obrando. Desde la creación, cuando el mundo estaba vacío y desordenado, el Espíritu de Dios se movía. Y cada vez que el Espíritu de Dios se mueve, suceden cosas. La creación misma es testimonio de ello, con Dios formando planetas, astros, y estableciendo leyes que rigen toda su creación. Pero también vemos a Dios en una obra muy particular: la creación del ser humano. Mientras que todo lo demás fue creado con su voz, cuando llegó el momento de formar al hombre, Dios lo hizo con sus propias manos. El aliento de vida que Dios sopló en nosotros es el Espíritu Santo, que hace que nuestros corazones, meras células y elementos químicos, latan con vida.
La Fe en lo Imposible
El Señor se describe a sí mismo como el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el que es, y que era, y que ha de venir, el todo poderoso (Apocalipsis 1:8). Estos términos de eternidad y poder ilimitado son difíciles de comprender para la mente humana, porque vivimos en un mundo lleno de limitaciones. Somos frágiles, nuestros días están contados, y a menudo nos llenamos de temores porque no sabemos cómo resolver situaciones que escapan a nuestro control.
Pero ahí es donde obra la fe. Cuando ya no podemos más, cuando los doctores dicen que no hay nada que hacer, cuando enfrentamos problemas económicos, familiares o de salud que parecen insuperables, es cuando debemos recordar que tenemos un Dios que lo puede todo. La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). Es creer en algo aunque aún no haya sucedido, porque sabemos que Dios ya lo ha hecho antes y lo hará de nuevo.
Conclusión: Pon tu Fe en Acción
Dios es todo poderoso y no tiene limitaciones. Los milagros no se tratan de si Dios puede hacer algo o no, sino de si nosotros podemos creerlo. La fe es el requisito indispensable para acercarnos a Dios y recibir sus bendiciones. Si hoy estás enfrentando una situación imposible, ya sea en tu salud, en tus finanzas, o en la vida de un ser querido, recuerda que para Dios no hay nada imposible. Lo único que te separa de tu milagro es tu fe.
Invito a cada uno de ustedes a que lleven sus peticiones al Señor con fe. No solo traigan sus necesidades, sino también sus corazones, pidiéndole a Dios que los transforme. Porque cuando ponemos nuestras vidas en sus manos, Dios obra de maneras poderosas y sorprendentes.