La Vida Cristiana
La vida cristiana no es un evento de 100 metros, ni una carrera de la calle, sino una carrera de resistencia impuesta a los cristianos. No se nos dice que seamos los más rápidos o los más fuertes, sino que aprendamos a resistir con el Señor.
Las Cartas de Pablo
El apóstol Pablo, misionero a los gentiles y corresponsal con los cristianos de Roma, Galacia, Éfeso, Filipos y Tesalónica, es una gran ayuda para cualquiera que quiera saber cómo vivir de manera efectiva para Cristo. Esta mañana, vamos a escuchar uno de sus consejos sobre cómo vivir una «Vida en Vida».
Nuevo Estilo de Vida
Pablo nos dice en Colosenses 3:1-8 que busquemos las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Nos dice que pongamos nuestras mentes en las cosas de arriba, no en las de la tierra, ya que estamos muertos, y nuestra vida está oculta con Cristo en Dios. Nos exhorta a matar en nosotros todo lo que pertenece a nuestra naturaleza terrenal: la inmoralidad sexual, la impureza, las malas pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
Avaricia e Idolatría
Pablo equipara la codicia con la idolatría y nos dice que debemos vencerla, pues nos insta a amar las cosas de este mundo más que a Dios. Nos exhorta a la generosidad y a depender del Señor, porque nuestras riquezas deben ser espirituales, no de la carne, cuando todo esté dicho y hecho.
Despojándose del Viejo Hombre
Nos manda deshacernos del viejo hombre junto con sus prácticas y ponernos el nuevo, que se renueva a una verdadera sabiduría en la imagen del creador. Esto significa despojarse del enojo, la ira, la malicia, la blasfemia y el habla deshonesta.
Características del Nuevo Hombre
Pablo nos pide que nos pongamos la compasión, la bondad, la humildad, la ternura y la paciencia. Todo esto debería ser tan obvio en el trabajo diario.
Perseverancia en la Fe
La vida de fe no es una carrera de velocidad; es una maratón. En 1 Timoteo 6:12, Pablo le dice a Timoteo que luche la buena batalla de la fe y se mantenga firme para la vida eterna. Más adelante, en 2 Timoteo 4:7-8, al final de su vida, Pablo afirma haber luchado la buena batalla, haber terminado la carrera y haber mantenido la fe. También menciona que hay guardada para él una corona de justicia.
Manteniendo la Fe en Todo Tiempo
En los buenos tiempos y en los malos, debemos mantener nuestra fe. No importa si estamos en la abundancia o en la necesidad, en buena salud o mala salud; debemos depender del Señor. Pablo nos recuerda en Filipenses 4:12-13 que él sabe vivir humildemente y tener abundancia, que en todo y por todo está enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Vida Enfocada en el Servicio
Un ser enfocado en Dios es un ser de servicio. Todos hemos sido equipados para ministrar de ciertas maneras y para la edificación del cuerpo de Cristo. En Efesios 4:11-12 se nos dice que Cristo dio dones a Su iglesia para que los santos sean perfeccionados para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
La Importancia del Espíritu Santo
Finalmente, Pablo nos advierte que no nos olvidemos de avivar el don de Dios que está en nosotros. Avivar el don básicamente significa vivir en el Espíritu. Esto es lo que nos mantendrá fieles a nuestra fe y al propósito de Dios para el cual hemos sido llamados. En 2 Timoteo 1:6-7, Pablo le recuerda a Timoteo que avive el fuego del don de Dios que está en él por la imposición de manos, porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Conclusión
Hermanos, se nos ha dado la vida cristiana como una carrera de paciencia. Por lo tanto, seamos constantes, firmes, siempre trabajando mucho en la obra del Señor, sabiendo que en el Señor nuestro trabajo no es en vano. Que el Espíritu Santo venga a darnos dirección y fortaleza para una vida de propósito y enfoque en Cristo.
En 1 Corintios 15:58, Pablo nos exhorta: «Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano». Que esta verdad nos inspire y nos mantenga en la carrera de la fe con perseverancia y dedicación.